que pensaba el presidente Alvaro Uribe de Antanas Mockus en 2003

Publicado por Colombiano Sensato , sábado, 24 de abril de 2010 11:11

Colombia sensata - un sitio para sentar cabeza

sin comentarios...

mas de una razón para votar por Mockus

Publicado por Colombiano Sensato , jueves, 22 de abril de 2010 16:56

Encontré este blog muy interesante...


Entender la propuesta de Antanas!!! (Mockus) - correo bastante largo‏

Publicado por Colombiano Sensato , viernes, 16 de abril de 2010 0:37

Entender la propuesta de Antanas!!!‏
De:lyda c
Enviado:martes, 13 de abril de 2010 04:08:00 a.m.
Para:

Lo Que Colombia merece, lo que nosotros merecemos:



Ante la descarada omisión que los medios están haciendo de las propuestas programáticas de los candidatos presidenciales, cada vez es más necesario que los ciudadanos nos tomemos el trabajo de utilizar los medios a nuestro alcance para llevar la discusión a niveles más profundos. El debate de la semana pasada mostró un alto grado de trivialización del escenario político. Los medios están contribuyendo a menospreciar la capacidad de comprensión del colombiano promedio y sólo hacen ecos de programas de gobierno que se resuman en dos o tres palabras. Cuando alguien expone un concepto que va más allá de las consignas obvias, dicen que es confuso y que no tiene claridad.

Por eso es importante mostrar las propuestas de la forma más clara posible y tomarse el espacio necesario para destruir los mitos que se han ido creando alrededor de figuras como Mockus, a quien como no le pueden achacar ninguna relación con intereses oscuros (como a otros candidatos), le han terminado endilgando una pretendida debilidad de carácter acompañada de confusión de criterios.

Vamos por partes.

Juan Manuel Santos, que quiere mostrarse como el sucesor de Uribe, exhibe la bandera de la mano dura basado en su gestión como Ministro de Defensa. Desde esa posición elabora un discurso parecido al que impuso George Bush sobre el terrorismo hace ya varios años: “quien no está conmigo está contra mí”. La versión reeditada para la campaña es: “quien no usa un lenguaje agresivo exclusivamente dirigido a las farc, es un blandengue que se va a doblegar ante las exigencias del terrorismo”. Además de convertir a la seguridad democrática en una marca registrada, cuando se supone que es un deber de cualquier gobierno civilizado, esto conlleva el supuesto de que si alguien señala la necesidad de acabar con otras fuentes de violencia (violencia doméstica o corrupción, por ejemplo), es porque se está haciendo el de la vista gorda ante el terrorismo de las farc y va a echar al piso la seguridad democrática. Estos razonamientos son simplemente inaceptables, pero terminan siendo parte del sentido común de la mayoría de la población porque han venido siendo presentados en los medios con la misma persistencia irracional de cualquier emisora que quiere “pegar” una canción. Uribe se ha encargado durante los últimos ocho años de dejar muy en claro que en este país el terrorismo se llama la’far’ y que todos los males son culpa del terrorismo. A cualquier persona sensata esto le parecería una simplificación excesiva de la realidad compleja de un país como Colombia, pero la aceptación que tienen estas tesis es una evidencia de que la gente no quiere enredarse y busca cosas simples.
La postura de Mockus es mucho más coherente y pertinente, pero no por eso es menos clara o menos sencilla. Lo que pasa es que en el estado actual de cosas, dicha propuesta requiere de una pequeña explicación para ser entendida (explicación que no tiene cabida en nuestros debates estilo reinado de Cartagena).

Aquí va la explicación.

El narcotráfico ha potenciado en Colombia una cultura en la que es justificable salirse de la ley (por ejemplo usando la violencia) para adquirir poder. Esa cultura es algo que tienen en común, por citar unos ejemplos, los guerrilleros de las farc, los rastrojos, y algunos niños que desde las comunas de Medellín aspiran a ser otro Pablo Escobar, otro Chupeta, otro Don Berna. Pero la cultura del narcotráfico no se ha limitado a los círculos cercanos de los narcotraficantes. La cultura mafiosa ha terminado haciendo cada vez más débiles los límites morales, legales y culturales de grandes sectores de la población. A muchos no les parece grave evadir uno que otro impuesto de vez en cuando, o saltarse la letra pequeña cada cierto tiempo - “¡Pero si yo no le hago daño a nadie. El estado no siente!”-. Estamos más acostumbrados que otras sociedades a darnos permisos, a forzar los límites y a usar atajos para “facilitar las cosas”. No es que todo esto sea un fruto del narcotráfico, pero nadie puede desconocer que el narcotráfico ha logrado sacar lo peor de muchos colombianos. Y una de esas peores cosas es la cultura de la trampa y el atajo. Así, en la propuesta de Mockus se pueden identificar dos premisas esenciales.

En primer lugar, el país tiene un problema cultural que no se puede achacar a un solo actor de forma exclusiva. Para ponerlo en otros términos, la seguridad democrática sería como la medicina alopática o convencional que ataca los síntomas (la’ far’) sin preocuparse por las relaciones sistémicas que hay detrás de esos síntomas. La propuesta de Mockus sería en cambio como la de la medicina bioenergética: tratar el sistema para que desaparezcan los síntomas. Intervenir directamente la cultura y crear un cambio de mentalidad para que no sea aceptable, bajo ninguna circunstancia, la violación de algunos principios básicos, como el respeto a la vida y el respeto a los recursos públicos. A esto se refiere Mockus cuando propone crear tabúes de manera que robar o matar sea igual de feo que pegarle a la mamá.

En segundo lugar, y yendo más adentro en la naturaleza del problema, tenemos un tremendo divorcio entre la cultura, la ley y la moral. ¿qué quiere decir eso? Quiere decir sencillamente que lo legal nos parece jartísimo, lo que nos atrae y nos entusiasma suele ser ilegal y el hecho de saltarnos la ley no nos provoca remordimientos. Así de sencillo. Por eso es frecuente oír por ahí que tenemos una legislación para un país como Suecia. Nosotros mismos no aceptamos que una legislación progresista sea para Colombia porque reconocemos que nuestra cultura menosprecia el valor de la ley. Y lo más grave: no nos importa. Porque, como en todo estereotipo, esto tiene un lado bueno que es el famoso mito de la malicia indígena. Los colombianos nos las damos de vivos, de maliciosos, de astutos, y nos burlamos de los canadienses, los gringos y los austríacos porque nos parecen excesivamente ñoños. No hay que ser demasiado vivo para darse cuenta que es esa misma viveza la que nos lleva a pasar por encima de la ley sin que se nos mueva un pelo. Y es esa cultura de la trampa (la malicia indígena no es más que un eufemismo), la que ha sido alimentada por la ambición que trae el narcotráfico y que nos tiene metidos en una espiral de violencia que lleva más de medio siglo.

Ahora bien, ¿cómo se crea un cambio de mentalidad tan grande como para cerrar la brecha entre nuestra cultura y nuestra ley? Lo más interesante es que Mockus es precisamente el único dirigente político en el país que ha logrado cambios de este tipo desde una posición de gobierno. Voy a mencionar dos ejemplos muy sencillos: En la década de los ochenta era imposible ver a alguien en Bogotá manejando con cinturón de seguridad. Al finalizar la primera alcaldía de Mockus todo el mundo había desarrollado el instinto de ponerse el cinturón antes de arrancar. De igual manera, a principios de los noventa los peatones debían cruzar la calle entre los carros porque no existían cebras y mucho menos existía la conciencia de respetarlas. Hoy en día el conductor que queda atravesado en una cebra por un cambio de semáforo siente inmediatamente la presión de estar haciendo algo mal. Estos cambios no se lograron únicamente con mimos o con tarjetas rojas. Pero tampoco se debieron exclusivamente a las multas. Estos cambios se dieron gracias a la combinación de diferentes elementos. ¿Cuáles elementos? Pues precisamente los que permiten acercar la ley a la cultura y éstas dos a la moral. La multa funciona como una sanción legal, pero si no va acompañada de una presión social, el multado termina buscando la forma de evadirla y no llega a sentir culpa El mimo funciona como el símbolo de una sanción social, pero si no va acompañado de una multa, no genera la fuerza suficiente para convertir el comportamiento en hábito. Por eso la estrategia se puede resumir así: combinar presiones legales con presiones sociales, en la misma dirección, para producir remordimientos y culpas por los actos ilegales. Por esa vía se lograron cambios importantes y duraderos en Bogotá que hoy a muchos nos siguen enorgulleciendo.

La pregunta es: ¿puede usarse el mismo razonamiento para resolver los problemas de Colombia? La apuesta es que sí se puede. De hecho es una apuesta que apunta a una mano dura, más dura que la del uribismo más recalcitrante. Por una sencilla razón: la mano dura de Uribe-Santos está dirigida a erradicar militarmente a la’far’. La mano dura de Mockus en cambio está dirigida a atacar jurídica, social y militarmente cualquier tipo de ilegalidad. Y sabemos que la tolerancia a la ilegalidad está detrás de todos los problemas del país. Desde la corrupción hasta el desempleo pasando por la crisis de la salud y el narcotráfico. El enemigo no es la izquierda o la derecha. El enemigo no es el que piensa distinto o el que se niega a darme la razón El enemigo es la ilegalidad, en todas sus formas. Necesitamos que Colombia sea un país legal

No es fácil, pero se puede. Se necesita una revolución cultural. Y para esta revolución se necesita un mandato claro. Por eso es importante que Mockus gane no raspando, sino con muchos, muchos votos. No estamos pensando en ganar la campaña, sino en emprender la tarea gigantesca de cambiar a Colombia para convertirla en un mejor país. Si estas ideas le parecen convincentes, por favor vote por Mockus el 30 de mayo. Si le sigue pareciendo muy complicado y necesita algo más simple, puede seguir siendo uribista o mamerto. Pero no diga que no se lo advertimos.

(
Escrito por:Oscar Hernández Salgar, Músico y Administrador Cultural. Magíster en Estudios Culturales. Director del Departamento de Música de la Universidad Javeriana)

SI UD. NO REENVIA ESTE ANÀLISIS A 50 PERSONAS O MÀS, NO PASARÀ NADA!!!!,

PERO SI LO HACE....

COLOMBIA SERÀ MEJOR

Email sobre Mockus bastante largo - incluye link para volverlo audio

Publicado por Colombiano Sensato , miércoles, 14 de abril de 2010 19:21

OTRO MAS - RE: Por qué votaré por Mockus‏
De: Juan
Enviado: viernes, 09 de abril de 2010 5:06:41

Un interesante resumen de nuestra historia reciente
deberiamos juntar estas iniciativas

hola para los que les de pereza leer como ami les dejo este link


copien el texto y peguenlo, convertir a mp3 y escuchenlo. vale la pena

att: mao



Por qué votaré por Mockus

*Miguel Ángel Bernal R.

Cuando nací, en julio de 1974, el presidente electo era el liberal Alfonso López Michelsen. Poco supe de él. Sólo que se inventó una ventanilla siniestra para que los narcos lavaran la platica en el Banco de la República y que su primo hermano, Jaime Michelsen Uribe, desfalcó al grupo Grancolombiano en miles de millones de pesos dejando en la calle a muchos ahorradores.

Luego, cuando tuve alguito de uso de razón, en 1978, fue electo el también liberal Julio César Turbay Ayala. De él supe un poco más, pero no más alentador. Tenía una política que se conocía como el Estatuto de Seguridad que en el papel era para preservar la democracia y en la práctica era para matar a comunistas armados y desarmados. Además, el M-19 se le tomó una embajada llena de embajadores y se le fueron para Cuba muertos de la risa. Para la posteridad sólo lo recordaría como la inspiración de los mejores chistes idiotas de idiotas que hubiese podido escuchar. Ahora para contárselos a mi hijo le tengo que hacer una clase de historia de este pintoresco personaje.

Después, en 1982, con algo de criterio infantil, el mejor de todos, vi como un ser salido de la poesía recitaba discursos con un tono que fácilmente curaba el insomnio de cualquier esquizofrénico. Había derrotado a un pelado joven de greñas rebeldes, bigote novelero y carisma arrollador y al cuchito López que era viejito desde que yo era un bebé. Ese joven era Luis Carlos Galán Sarmiento, a quien le debo mi amor por los temas políticos y el odio por la política y su uso nacional, no por su ejemplo, sino porque esa política lo asesinó. A Belisario, con ese tono que le salía con su paquidermismo para actuar, el M–19 también, mandado por Pablo Escobar, se le tomó la Corte Suprema de Justicia y masacró el único poder público respetable en el país. Si de verdad el “M” hubiese querido hacerle un favor al país, se hubieran metido al circo del frente cruzando la Plaza de Bolívar. Con Belisario empezó el narcoterrorismo también. Antes de lo del Palacio, los narcos mataron a su Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla y empezó la cacería de jueces, magistrados, periodistas y todo al que se les opusiera. Belisario no era un Presidente, era un poeta jugando a mandar y mandaba con poesía barata y resultados costosos a merced de quien de verdad pudiera mandar.

Un país subyugado al narcotráfico le tocó recibir a Virgilio Barco Vargas en 1986. El tipo no era malo, pero estaba enfermo. Cuando tenía lucidez sabía gobernar, cuando no, su secretario privado negociaba el país con los narcos. Ya no hablaba bien, el altzhaimer lo tenía consumido.

Después Cesar Gaviria, en 1990, asumió la presidencia por casualidad, por error, porque mataron al verdadero Presidente, Luis Carlos Galán Sarmiento. Gaviria no fue un Presidente, fue un negociante. Sabía que debía combatir el narcotráfico pero también que tenía que quedar bien con todo el mundo. Con las encuestas, con los gringos, con el Congreso, con la oposición… vendió el alma a dios y al diablo, jugó en todos los bandos, pasó por encima de la conciencia moral de sus políticas y mandó a Colombia de nuevo a la guerra narcoterrorista por apresar y dejar volar a un megaasesino como Pablo Escobar a quien después tuvo que matar.

Después llegó Samper en 1994. Él quería ser Presidente. No importaba cómo. Y fue presidente apoyado por el narcotráfico. Lo pillaron y no pudo gobernar pero se pudo salvar de la cárcel que merecía porque compró a sus investigadores, corruptos congresistas. Terminó su mandato, pero no gobernó.

En 1998 llegó Pastrana, aún más ingenuo y tonto que Belisario, con la misma “nobleza” bienintencionada que sólo le dio más poder a la guerrilla para que secuestraran al país entero.

En 2002, un hombre de hablar paisa enérgico devolvió la fe al país. Álvaro Uribe Vélez. De carrera política intachable. Desde concejal hasta presidente siempre un ejemplo de “varón”. Iba a acabar con la guerrilla, malditas cucarachas de agua puerca. En 4 años el país estaría depurado de esta lacra que el bobalicón de Pastrana dejó crecer como espuma. 4 años no fueron suficientes y se hizo reelegir en 2006. Volvió a arrasar. 4 añitos más y las cucarachas rogarían piedad ante el Baygón Uribe. Entre tanto, sus amigos los paras se iban a negociar con los Estados Unidos irrisorias penas a cambio de su silencio en Colombia y dejar gobernar al patrón. Los terratenientes legalizaron las tierras que usurparon a los campesinos y les dieron platica del Gobierno para poner a producir tierra abonada con sangre. Los ricos acapararon las riquezas y los pobres engrosaron los cinturones de miseria de las ciudades. Los ricos pudieron llegar más fácil a Anapoima y los pobres llegaron más fácil a ser más pobres. Sin embargo, hubiese ganado otra vez en 2010 para tener 4 años más para matar a esas malditas cucarachas de “la farc" si la Corte Constitucional no salva la poquita dignidad nacional.

Ahora unos quieren seguir sus pasos, otros se bajaron de ese bus para coger su propio taxi y otros piensan que las cosas se pueden hacer de una forma distinta. Yo no apoyo lo que hizo Uribe porque acabar con guerrilleros no es acabar con la guerrilla, porque acabar con los pobres no es acabar con la pobreza, porque darle la plata a los ricos no es generar equidad, porque negociar con los paras no es acabar con el paramilitarismo, la terratenencia y el narcotráfico, porque ha mantenido su castillo sobre sólidos cimientos de corrupción, porque tuvo un DAS de bolsillo para hacer torcidos, porque quienes lo apoyan están en su mayoría en la cárcel por hampones, porque es un buen gobernante para los ricos dentro de un esquema rancio y corrupto, en el que las élites se mantienen como opresores de una base ignorante y torpe que se deja dominar. Eso para mí es Uribe y yo no quiero más de eso, porque él representa una cultura mafiosa que se vale de lo que sea para sostener el poder, así el poder socabe las bases de una sociedad más justa. Me indigna que sus hijos se hayan enriquecido por las bondades de las influencias mientras no se puede tratar mejor a las víctimas de la violencia porque no hay platica y colapse el sistema de salud con la emergencia social porque no hay platica cuando sus hijos rebosan de rechonchos de lo millonarios que se hicieron en estos 8 años. Para mí este gobierno ha sido un asco y me ratifico, es un asco elitista, plutocrático y corrupto. Además sigue habiendo guerrilla, tanta, que ya son presidentes del país vecino. Entonces, en el fondo, no logró ni siquiera la única tarea que se le había confiado.

Ahora, yo si quiero algo distinto. Algo que rompa culturalmente con este ciclo de politiqueros que nos han venido gobernando. Turbay fue enterrado con los máximos honores. López fue enterrado con los máximos honores. En mi concepto, merecen escupitajos sobre sus tumbas, una bandera rota y tirarlos como injustamente lo hicieron con los falsos positivos, por ahí en cualquier potrero. Seré duro y no me importa porque no tengo el poder para que le importe a alguien, pero estas ratas lo único que hicieron fue arraigar una cultura mafiosa que hoy hace más valioso a un sicario rico que a un campesino pobre. Belisario y Pastrana fueron la pequeña patria boba en dos cuotas diferidas a 16 años que le permitieron a la guerrilla fortalecerse como los hampones que son. Samper es el ícono vivo del cinismo politiquero. Consultor de las causas morales cuando gobernó con total inmoralidad. Le haría un funeral con honores, si fuese necesario, si cumpliera la condición para ser beneficiario de un funeral.

Yo quiero algo distinto. Cuando en 1993 un tipo desconocido con nombre raro, rector de la Nacional, se bajó los pantalones para mostrarle el culo a unos estudiantes saboteadores pensé dos cosas: una, si fuera marica este man no me gustaría… que culo tan desagradable, y dos, este tipo es un berraco, se bajó los pantalones frente a unos manes que le pudieron haber insertado una bomba molotov por el recto. Creo que este tipo es valiente. En ese año era un adolescente de pensamientos básicos y vulgares que conservo hasta hoy un poco más retóricos. Pero si me quedó la sensación de que ese tipo iba a hacer algo importante. No creí que fuera a ser político porque el tipo no le cae bien a nadie. Habla aburridor, mueve las manos como si las palabras se le fueran a caer y es más enredado que un bulto de anzuelos. Además se peina como un meme y no tiene nada de carisma. A mi me cae bien porque creo que soy solidario con quienes solemos caer mal. Pensé que por ser inteligente la política no le iba a gustar. Pero no. Se lanzó a la alcaldía de Bogotá y por primera vez en la capital arrasó el voto de opinión. Puso mimos y gente disfrazada para que se respetara la cebra. A mi me caló porque hasta ese momento, pensé que la cebra sólo servía para que se notara mejor la sangre de los peatones atropellados. Habló de “cultura ciudadana” algo inhóspito para muchos y para muchos sólo logró que los carros no pisaran la bendita cebra.

El tipo siguió por ahí dando lora y volvió sin atenuantes a la alcaldía a seguir haciendo lo suyo. Sólo que ahora tenía puentes para mostrar, Transmilenio para moverse y muchas cositas más que dejó Peñaloza, un buen ejecutivo. Si por mí fuera, hubiese querido que Peñaloza y Mockus se hubieran sucedido en la alcaldía de Bogotá hasta que los dos se murieran. Bogotá progresó siglos que el Polo está logrando hacernos reversar de nuevo. Uno haciendo cosas y el otro enseñándolas a usar. Una chimba la verdad.

Mockus es un tipo honesto. Manejando ese monstruo de ciudad jamás se le hizo un escándalo de corrupción a él. Quizás a sus subalternos, porque es un tipo que confía aún en la gente. Grave error. Jamás actuó mal deliberadamente. Dejó tirada la alcaldía para ser presidente. Grave error. Tenía que terminar la tarea bien hecha y no lo hizo. Pero ya pidió perdón, y yo, ya lo perdoné.

El tipo sabe de cultura, habla de cultura, infunde cultura, pulula cultura y no en el sentido erudito y odioso del profesor Bustillo, la cultura de verdad, la que forma ciudadanos y ciudadanía, la que permite convivir en paz y no con las “Convivir”. Yo creo en eso y a eso le apuesto. Siempre dejamos esa tarea para mañana porque primero hay que acabar con los “narcoterroristas de la farc” mientras los narcoterroristas de la farc toman ron con Chávez pensando cómo es que van a invadir a este pueblo lleno de ignorantes porque la revolución bolivariana lo va a amoldar todo con su reencarnación venezolana de Bolívar. Yo quiero ciudadanos que sepan en su intelecto por qué Chávez está loco y no ciudadanos que lo reten a pelear para que “sea varón”. Varones por montones en los cementerios es lo que hay en este país. Yo quiero ciudadanos para que sean los ciudadanos concientes los que repudien a las Farc, y no un cúmulo de militares adoctrinados para dar positivos así sean falsos. Yo quiero ciudadanos para construir identidad nacional no por la carnita y los huesitos sino por el cuaderno y el esfero. Yo quiero ciudadanos que sean capaces de aborrecer la corrupción y tumbar a un presidente corrupto como Samper y no unos humildes lacayos de salario mínimo que por no perder su puestico respalden al que sea por un tamal y una cerveza.

Quiero ciudadanos y los quiero ahora, no mañana, no en cuatro u ocho años. Los quiero ya. Mockus encarna eso y a eso le apuesto. Un tipo que habla enredado pero entiende fácil que es la cultura la que hay que cambiar. La cultura del vivo, la cultura del mafioso, la cultura del corrupto… esa cultura hay que cambiarla. La guerrilla hay que desestimularla con ciudadanía y conciencia, no con plomocracia, para que se extingan sus causas históricas. Porque la revolución está en las mentes, no en los fusiles. Porque así matemos a todos los guerrilleros siempre habrá un terrorista que haga daño amparado en las injusticias del sistema y la opresión y dominación de una élite recalcitrante así ese terrorista sea un simple hampón. La seguridad democrática es inocua si no hay autoridad moral de quien la ejerce. Y Mockus algo si tiene. Autoridad moral, honestidad y unas ganas inmensas de cambiar una cultura que clama a gritos ser cambiada. No mañana, no en cuatro años, no en ocho años cuando acabemos con “la farc”. Lo necesitamos YA, a partir de este instante para tener un punto de inicio e inflexión, para cambiar de raíz y no de hojas. Porque las hojas se van en otoño y vuelven en primavera pero el árbol torcido, torcido se queda. Es hora de cambiar la cultura y la oferta está hecha. Se llama Antanas Mockus Sivickas. Desde que mataron a Galán me prometí no apoyar a nadie. Con él mataron mis ganas de participar con ahínco en estas lides. Pero Mockus es un buen tipo, como lo era Galán. Galán era buen político. Mockus no, es malo, muy mal político, no sabe de eso, gracias a Dios. Porque como buenos políticos murieron Turbay, López, Barco y quizás lo hagan Belisario y Pastrana. Samper que se muera como quiera. Pero que nos haga el favor un día de estos. Buenos políticos pero pésimos ciudadanos. Yo prefiero a este ciudadano mal político.

Sí, votaré por Antanas Mockus para iniciar desde el gobierno el cambio cultural que nos permita entender que un campesino merece más atención que un mafioso y que esto quede escrito en un cuaderno y con un esfero para que no se nos olvide como sociedad. Por eso yo votaré por Mockus.

Documental en Video sobre cambios de Mockus y Peñalosa sobre Bogota

Publicado por Colombiano Sensato , 19:18


Cómo cambió Bogotá con Antanas Mockus‏
De:Juan Camilo
Enviado:domingo, 11 de abril de 2010

Un video vale mas que mil imagenes

Por fin el documental que habián colgado en la página del partido verde....en español para hacerlo masivo....reenvielo por favor a todos sus conocidos...



LINK DEL DOCUMENTAL EN ESPAÑOL:


Es un documental acerca del cambio que hicieron Mockus y Peñalosa en Bogotá. ¿Se imaginan ese cambio en Colombia?... Es producido por Upgrade Films, con la colaboración de la cadena japonesa NHK, el Sundance Channel, y el Instituto Fílmico Danés.

Después de esto,
¿Quién dice que Mockus no tiene el carácter para enfrentársele a los problemas del país?Aquí se da con un capucho de la nacional, se le enfrenta a los taxistas y al concejo de Bogotá,

...Es importante, pues la campaña de Antanas no cuenta con suficiente propaganda política para mantenerse en la competencia de los que hoy "encabezan" los noticieros y las encuestas...


Tu Tambien Puedes Ayudar

Publicado por Colombiano Sensato , 1:49

http://www.partidoverde.org.co/TuTambienPuedesAyudar.aspx

Algunas frases celebres

Publicado por Colombiano Sensato , 0:03

"Cuando es más corrupto el estado, hay más leyes."

Tácito.

"El poder nunca es estable cuando es ilimitado"
Tácito

Organizando los correos sobre Mockus

Publicado por Colombiano Sensato , martes, 13 de abril de 2010 23:52

USTED ES UN LOCO DR. MOCKUS‏
De:lyda
Enviado:miércoles, 14 de abril de 2010 04:14:07 a.m.


Usted es un loco, Dr. Antanas:

Dr. Antanas, usted es un loco cuando rechaza la ilegalidad en este país dónde se acostumbra sobornar por las cosas más cotidianas de la vida: infracciones de tránsito, trámites burocráticos, pago de impuestos, obtener una cédula, una licencia de conducir, ilegalidad en los contratos, ilegalidad a la hora de nombramientos en puestos de trabajo, como no va estar loco si no acepta la ilegalidad representada en los grupos de narcotraficantes, o de las AUC o de las FARC; está loco por no aceptar la corrupción, ¿¡cómo se atreve a plantear a la clase política de este país y a los ciudadanos en general “no me pidas en privado lo que no me puedes pedir en público”!?; usted está loco cuando le interesan más las vidas de ciudadanos común y corrientes, antes que las pérdidas de un carro, ¡cómo es eso de que la vida es sagrada”? ! cómo se le ocurre decir eso en un país donde la muerte acecha por doquier: en el campo, en la ciudad, en el barrio, en las veredas, loco debe estar al decir “que la vida es sagrada” en un país que no reacciona frente a la muerte de ciudadanos por los mal llamados falsos positivos o se alegra cuando se muestra una mano como trofeo; usted está loco además cuando propone que es el poder ejercido por los ciudadanos un mecanismo para rechazar la violencia lo que puede generar una sociedad que viva en paz antes que el poder de las armas; como no va a estar loco si es un político honesto cuando en este país “político” es sinónimo de corrupción, cómo es eso de que “los recursos públicos son sagrados”?; definitivamente esta muy loco cuando no usa el lenguaje violento contra sus opositores o no recurre a la propaganda “negra” para sacarles ventaja, y más loco aún cuando quiere ser presidente sin acuerdos politiqueros, sin respaldo de maquinarias, sin financiación ilegal y su pretensión es ser elegido por el voto de opinión de ciudadanos honestos que no venden su futuro ni el de sus hijos por un plato de lentejas… Definitivamente usted es un Loco… por eso votaré por usted, porque no me acostumbro a esa normalidad de sociedad y de país que construyeron la clase política tradicional, ¡prefiero su locura!




OTRO MAS - RE: Por qué votaré por Mockus‏
De: Juan
Enviado: viernes, 09 de abril de 2010 5:06:41

Un interesante resumen de nuestra historia reciente
deberiamos juntar estas iniciativas

hola para los que les de pereza leer como ami les dejo este link


copien el texto y peguenlo, convertir a mp3 y escuchenlo. vale la pena

att: mao



Por qué votaré por Mockus

*Miguel Ángel Bernal R.

Cuando nací, en julio de 1974, el presidente electo era el liberal Alfonso López Michelsen. Poco supe de él. Sólo que se inventó una ventanilla siniestra para que los narcos lavaran la platica en el Banco de la República y que su primo hermano, Jaime Michelsen Uribe, desfalcó al grupo Grancolombiano en miles de millones de pesos dejando en la calle a muchos ahorradores.

Luego, cuando tuve alguito de uso de razón, en 1978, fue electo el también liberal Julio César Turbay Ayala. De él supe un poco más, pero no más alentador. Tenía una política que se conocía como el Estatuto de Seguridad que en el papel era para preservar la democracia y en la práctica era para matar a comunistas armados y desarmados. Además, el M-19 se le tomó una embajada llena de embajadores y se le fueron para Cuba muertos de la risa. Para la posteridad sólo lo recordaría como la inspiración de los mejores chistes idiotas de idiotas que hubiese podido escuchar. Ahora para contárselos a mi hijo le tengo que hacer una clase de historia de este pintoresco personaje.

Después, en 1982, con algo de criterio infantil, el mejor de todos, vi como un ser salido de la poesía recitaba discursos con un tono que fácilmente curaba el insomnio de cualquier esquizofrénico.


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Solo uno mas sobre MOCKUS‏
De: Javier
Enviado: jueves, 08 de abril de 2010 15:08:01

LEELO, ES CORTO !!! Y VALE LA PENA !!!

La mayoría de personas dicen que el presidente ideal y que nos merecemos sería Mockus... pero agregan: "no le doy el voto, porque la maquinaria no lo dejará subir" o "es demasiado honesto y demasiado bueno para Colombia" o “es demasiado inteligente” o “no tiene el caudal de votos todavía…” ¿Qué tal si vencemos esos argumentos tan poco solidos? Que tal si vencemos por primera vez a la maquinaria? Que tal si todos damos nuestro voto como país pensante? que tal si damos el voto a la inteligencia y a la luz que representa Mokus como posibilidad de cambio por un futuro mejor?,
Tenemos la oportunidad histórica de hacer la diferencia en éstas elecciones! el voto de opinión lo ha demostrado, Bogota ha demostrado que todo es posible. Hagamos un alto para pensar en lo que verdaderamente queremos para nuestro pais. Colombia necesita una oportunidad.
Votemos por Mockus. Si nos unimos, hablamos a nuestras familias, amigos y conocidos podríamos dar un nuevo rumbo a la historia de nuestro querido país y derrotar la maquinaria, la violencia, la guerra y la corrupción. Hagamos de este un momento inteligente e histórico.
Como punto final y para nuestra reflexión dos frases de Albert Einstein:

“No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo”

“Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera”.


MOCKUS Presidente!!


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Tue, 6 Apr 2010 10:06:43 -0500
La Marea Verde
Por Hector Abad

No son dos profesores despistados sino dos ciudadanos ejemplares que se hastiaron de la política corrupta. No son dos soñadores con la cabeza en las nubes sino dos hombres con los pies en la tierra que han demostrado (cuando fueron elegidos en las dos alcaldías más importantes del país) que saben administrar con eficiencia y pulcritud los recursos públicos. Ambos tienen experiencia administrativa y ya demostraron que son limpios y capaces de llevar a la práctica sus ideas de educación, civismo y no violencia. Medellín y Bogotá eran dos de las ciudades más desprestigiadas de la tierra y hoy son un ejemplo para América Latina, gracias a ellos.

Antanas Mockus y Sergio Fajardo se han unido por una idea magnífica que no es superior a nuestras fuerzas: quieren un país digno y renovado, un Estado manejado por políticos limpios y sensatos, no por corruptos, energúmenos o violentos. Ellos representan lo mejor de Colombia: son dos estudiosos que no han llegado donde están por sus familias o por nombramientos politiqueros. Están juntos porque tienen un proyecto claro de país y son capaces de ser humildes y deponer los intereses personales por el bien de Colombia.

Sus dos mayores contrincantes en la próxima contienda electoral son dos políticos que nunca han sido elegidos: siempre fueron nombrados por sus contactos y apellidos. Juan Manuel Santos y Noemí Sanín no han dirigido ni siquiera un pueblo chico y no pueden presentarse como más experimentados. Si uno de ellos falta, ¿se sentiría el país seguro en manos del inconsistente Angelino Garzón o del etéreo Luis Ernesto Mejía? Recuerden: todos somos mortales.

Hay que celebrar la unión de Antanas Mockus y Sergio Fajardo. Su candidatura crecerá como espuma, como una gran marea verde y en la segunda vuelta sorprenderán a cualquiera que sea su contrincante. Unámonos al sueño de esta Colombia nueva, al sueño de un país donde sea más importante la educación que la guerra. En el que lo primero sean la salud y el agua y no el odio y las trincheras. Por un país seguro y decente, pero no plegado a los paramilitares o a los falsos positivos por el bien de una seguridad mal entendida. Ellos no claudicarán ante la guerrilla, pero al mismo tiempo eliminarán los caldos de cultivo de miseria donde crecen el descontento y la apatía.

El sueño está creciendo y se va a hacer realidad. Los jóvenes que estudian están con ellos; los jóvenes que quieren tener un trabajo decente están con ellos; los empleados hartos de la corrupción y la compra de votos están con ellos. Los colombianos pensantes estamos con ellos. Únete a estos dos grandes profesores, a estos dos matemáticos que dejaron las aulas para construir una Colombia de la que nunca más nos tengamos que avergonzar.


La unión entre Fajardo y Mockus la apoyan entre otros:

. Juanes

. Tostao

. Alejandra Borrero

. Samuel Azout

. Paula Jaramillo

. Y cientos de miles de colombianos como tú..

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